¿Por qué te cuesta tanto meditar?
Seguramente has intentado meditar en algún momento y te has encontrado con pensamientos como: “No puedo dejar la mente en blanco”, “No tengo tiempo”, o “Necesito un espacio perfecto para hacerlo”. Si esto te suena familiar, quiero decirte algo: meditar no es un acto imposible ni reservado para unos pocos iluminados. Es una práctica accesible para todos, pero muchas veces nuestras creencias y expectativas nos dificultan el camino.
Mitos que hacen que la meditación parezca difícil
1. “Tengo que dejar la mente en blanco”
Uno de los errores más comunes es creer que meditar significa apagar la mente. Pero la verdad es que la mente nunca deja de pensar, y no tiene por qué hacerlo. La meditación no se trata de eliminar pensamientos, sino de observarlos sin juzgar, aprender a convivir con ellos y regresar una y otra vez a nuestro punto de enfoque (ya sea la respiración, un mantra o una sensación corporal).
2. “No tengo tiempo para meditar”
A veces imaginamos la meditación como una práctica que requiere horas en una cueva o un retiro en el Himalaya. Pero en realidad, unos minutos al día pueden hacer una gran diferencia. Puedes empezar con 5 minutos por la mañana o incluso integrar momentos de atención plena en tu día: mientras tomas un té, mientras caminas o simplemente al respirar conscientemente antes de dormir.
3. “Necesito un lugar perfecto para meditar”
Otro mito es que se necesita una sala de meditación con velas, incienso y cojines especiales. Si bien es bonito crear un espacio armonioso, la meditación no depende del ambiente externo, sino de tu intención y compromiso. Puedes meditar en la cama, en el sofá, en el parque o incluso en el transporte público. Lo importante es hacerlo.
Cómo empezar sin complicaciones
Si te cuesta meditar, prueba estos consejos:
✅ Acepta tu proceso: No esperes resultados inmediatos ni busques “hacerlo perfecto”. La meditación es una práctica, no un logro.
✅ Empieza con poco: 3 o 5 minutos al día son suficientes para generar un hábito.
✅ Usa guías o meditaciones dirigidas: A veces, una voz suave que te oriente puede hacer la diferencia (puedes encontrar algunas en mi canal de YouTube 😉).
✅ Sé amable contigo misma/o: Si tu mente se dispersa, no te castigues. Simplemente vuelve al presente.
Meditar es un acto de amor propio, no un examen que debas aprobar. Si lo intentaste antes y sentiste que “no te salió”, te invito a soltar esa idea y a probar de nuevo. Todo lo que necesitas es intención, disciplina y mucho amor.
Si este artículo te inspiró y quieres seguir explorando la meditación y el autoconocimiento, te invito a conectar conmigo:
✨ Instagram: @beacoronelok – Reflexiones y contenido diario.
✨ YouTube: BEA CORONEL – Meditaciones guiadas y herramientas para tu bienestar.
✨ WhatsApp: Únete a mi comunidad Sanando con amor y conciencia.
✨ Email: Escríbeme a info@beacoronel.com si quieres más información.
¡Te acompaño en este viaje de autodescubrimiento! 💜🌿🙏